La idea del presente trabajo consiste en describir algunos problemas que subyacen en el modo de entender a la educación moderna como parte de una experiencia práctica del orden pragmático-individual. El estudio busca problematizar en clave histórica interpretativa, aquella noción de educación pensada con acento en la experiencia del individuo, en lo ‘práctico’ con su entorno próximo. Para esto, en un principio, se tensiona la idea de una pedagogía activa que aparece con rigor luego de la segunda mitad del siglo XX (Dewey, John 1967; 1989; 1998) pero que busca ser extendida desde sus densidades históricas precedentes. En segundo lugar, pero en íntima relación con lo primero, se pretende señalar la importancia que la didáctica psicologista le asigna al rol de la experiencia vital en el ‘proceso de enseñanza-aprendizaje’ (Dogliotti & Torrón, 2015; Dogliotti Moro, 2022; Behares, 2012; Behares, 2015; Bordoli, 2011). Una vez desplegados estos puntos, se propone una conceptualización de la educación que contiene una serie de particularidades teóricas, articuladas y bien diferenciadas de las ‘pedagogías nuevas’ (Barcena & Mélich, 2014; Bárcena, 2005; Benjamin, 2007; Foucault, 2013; Cerletti, 2008).